miércoles, 26 de mayo de 2010

OPINIÓN,FEDERICO BATTIFORA

A todas las familias que han perdido seres queridos en accidentes de tránsito, a las familias que hoy conviven con los estragos producidos por los accidentes de tránsito, sosteniendo la discapacidad para el resto de la vida de alguno de sus integrantes, mi solidaridad. Condolencias a las diez familias peruanas que según las estadísticas de los últimos cinco años, porque uno de sus miembros deberá perder la vida el día de hoy, como consecuencia de un accidente en el tránsito.
Fortaleza a mis conciudadanos que tenemos que soportar autoridades indolentes, corruptas e incapaces ante las desgracias en pistas, calles y carreteras del Perú por colisiones y atropellos. Fortaleza conciudadanos ante la inoperancia y poco profesionalismo de las diferentes autoridades que tienen como deber transformar nuestra infraestructura vial, el de desarrollar verdaderos y sostenibles programas de prevención en seguridad vial para bajar este fatídico promedio de muertos y heridos que se acumulan conforme pasan los años.
Fortaleza conciudadanos por tener este destino colectivo trágico de soportar a los verdugos del infortunio. Es que el Consejo Nacional de seguridad Vial está de celebración, por segunda vez, en esta columna tendrá que decirles ¿De que?, ¿Qué celebramos? De repente felicitarlos por el silencio cómplice ante el atropello al reglamento de tránsito y quedarse con la boca cerrada, porque los transportistas urbanos decidieron colocar un autoadhesivo que marca como velocidad máxima 70 KM x hora, ante tanta cobardía ¿Que debemos hacer peruanos?

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